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Seguro todos ya tienen sus listas para la feria del libro, pero si no…


Algunas sugerencias entre la amplia oferta que las editoriales bolivianas alistan para el mayor evento cultural del país que arranca el miércoles 3 de agosto en el Campo Ferial Chuquiago Marka de La Paz.


Escritoras, literatura “de género” y grandes regresos literarios. Así se puede resumir lo más novedoso de la ampulosa oferta de la XXVI Feria Internacional del Libro de La Paz que se desarrollará entre el 3 y 14 de agosto de en el Campo Ferial Chuquiago Marka.

Hace muchos años ya que el foco en la FIL es la oferta nacional, lejos de las ferias noventeras y de inicios de los 2000, cuando se lucían las librerías importadoras que traían su mayor o acaso único lote de libros del año.


El boom editorial, pero, sobre todo, la aparición de muchas nuevas voces en narrativa y poesía, catapultó a las editoriales independientes nacionales a ser las verdaderas protagonistas del mayor evento cultural –no solo literario– del país.

Las casas editoras se lucen también este 2022 con novedades para todo gusto. Antes de pasar a sugerir las que creemos son las mejores opciones –arbitrariedad total, solo una opinión–, veamos por qué decimos lo que decimos en la primera línea de este texto.


Escritoras

Hace mucho ya que quedó atrás todo odioso encasillamiento de “literatura femenina” o “libros de mujeres para mujeres”.


Es innegable que en el último lustro las escritoras bolivianas llevan la punta de lanza en calidad y cantidad de producción. Así, la Cámara Departamental del Libro de La Paz quiso lucirse invitando a las más leídas y premiadas de nuestras autoras en la actualidad: Liliana Colanzi, Magela Baudoin y Giovanna Rivero. Cada una tendrá un coloquio exclusivo en el que hablará sobre su obra, proyectos y sus búsquedas e intereses en la literatura.


Pero, además, la invitada internacional más destacada es la uruguaya Fernanda Trías, recientemente galardonada con el prestigioso premio Sor Juana Inés de la Cruz. Presentará la recién aparecida edición boliviana de Mugre rosa (Mantis, 2022) y participará en otros coloquios de debate.


Literatura “de género”

Así llaman todavía muchos a las novelas y cuentos en los que predominan tramas y enfoques policial, fantástico, erótico, etc.


No comulgamos con encasillamientos, por eso las comillas. La literatura es literatura más allá del tema o estilo. Y un libro es bueno o malo o más o menos, sea del género que sea.


Dicho esto, no se puede negar la tendencia de los últimos años en América Latina y también en Bolivia, por la narrativa gótica, fantástica, apocalíptica, weird, etc. Rivero y Colanzi, son dos buenos ejemplos; Trías también con la novela que presentará en La Paz, y si seguimos, baste nombrar dos más: Edmundo Paz Soldán y Maximiliano Barrientos.


Grandes regresos

Tal vez exageramos un poco, pero tras muchos años de espera, al fin podemos leer nuevos libros de entrañables autores como Adolfo Cárdenas, Jaime Nisttahuz, Mauricio Murillo y la propia Colanzi que hace pocos meses sacó un libro tras más de un lustro de espera y se ganó, nada menos que el Premio Ribera del Duero 2022.


Ahora sí. Creemos que en esta feria del libro, y en todas, hay que comprarse todos los libros que a uno le alcance (¡siempre hay que ahorrar para agosto!). Si hay dudas, tal vez puedan considerar estas ideas que lanzamos sin clasificaciones o jerarquías.


Insectario (El Cuervo), de Juan Pablo Piñeiro

En un artículo titulado “Trilogía del agua (I) El bicho del pozo”: publicado en 2017 Piñeiro escribe: “todos tenemos un bicho adentro. Y está tan adentro que no hay manera de conocerlo. En la oscura y humedecida piel de nuestras entrañas, sus colores no son distintos de nuestros colores. Quizás el bicho en realidad es una parte indivisible del cuerpo, o quizás nuestro cuerpo también es el suyo”.


Ya desde mucho antes este tema da vueltas por su cabeza y ahora sale el poemario del que presentamos una muestra.


Rozando el vientre


Hugo Rugah está rozando su vientre peludo contra la filosa piel de montaña que cubre mi mano inconsciente, mientras miro más allá de la sombra del sol.


Intacto, palpo la distancia como si yo fuera el mismísimo Hugo Rugah paseando venenoso por la mano hirviente de algún ser superior.


Hemos sido felices por mucho tiempo (Parc), de Mauricio Murillo

Sombras de Hiroshima (Editorial 3600, 2017) es una estupenda novela de Murillo, tristemente menos leída y comentada de lo que se merece. Cinco años después reaparece con su primera colección de cuentos en esta nueva editorial paceña.


Suspenso y tensión. De eso van estos relatos en los que hay un denominador común tan intrínseco como explícito: las presencias/ausencias.


Así empieza el cuento “El hotel del lago”:


“El de Regina Mostovoia fue el primer cuerpo que apareció. Lo encontró Paco, el hijo de una de las mujeres que trabajaban en la cocina. Apenas lo vio, corrió hacia el hotel y empezó a pasar la voz de que a orillas del lago había una mujer muerta”.


El Chaco y después (Editorial 3600), de Adolfo Cárdenas

Autor de Periférica Blvd. una de las novelas más vendidas, pero a la vez comentadas y valoradas por la crítica, en lo que va del siglo, Cárdenas, es sabido, es un maestro del cuento. En este nuevo libro rescata cuatro relatos ya publicados y los complementa con cinco nuevos en los que, está claro, la temática es la guerra que marcó a Bolivia hace ya 90 años. Copiamos un fragmento de “La brigada fantasma”:


“Pudo ser que don Hipólito Tellería, jubilado del municipio y excombatiente de la Guerra del Chaco, fuese un poco el responsable de lo que en un futuro no muy lejano le sucedería a su nieto Saúl, principal oyente de las historias reales o inventadas que el benemérito contaba sobre la guerra, en la que había vivido lo mejor y lo peor de su vida”.


Para alguna vez cuando oscurece (La Mariposa Mundial/Plural), de Benjamín Chávez

Para alguna vez cuando oscurece, es el noveno poemario de Benjamín Chávez (sin contar antologías de su obra publicadas en España, Argentina, Perú, El Salvador y México). Este libro obtuvo una mención en el Premio Casa de las Américas 2022.


Consta de 34 poemas divididos en tres secciones. Tiene un prólogo de Luis H. Antezana y un comentario (en contratapa) de la destacada poeta colombiana Andrea Cote. El libro se abre con el poema titulado “Exlibris”:


Exlibris


Un amigo —dueño de una imprenta— me ofrece

imprimir un lote de Exlibris. Pequeños y a un solo color, me dice, porque no hay más presupuesto.

Un grabado a la manera antigua, pienso

que ilumine —a la manera antigua el exiguo sino de mis libros—.

Me enseña entonces, varias ilustraciones que, cree él, podrían gustarme

y me gustan claro, pero no me sirven.

Mandalas, complejas figuras geométricas que prestidigitan la visión

abstracciones varias de objetos concretos

soluciones caligramáticas o minimalistas ecos de atmósferas orientales... Mientras veo las opciones, me voy alejando hacia

otros ámbitos

otras referencias: de hinojos, la pesada espada al costado, como un guerrero a los pies del sepulcro de alguien amado o bajo la mortecina luz de la claraboya de alabastro

me resigno a ser el que ha tenido sus batallas.

Por eso, creo, más justo, más cabal y ecuánime sería la reproducción de un ambiente sobrio con algún monje medieval ―pongamos por caso― que aposentado en medio de su biblioteca ―magra o regia tras una mesa de añejo roble vasta en atriles, volúmenes abiertos y lupas se dé a la tarea de leer y escribir (glosar apenas) con trémulo cáñamo agobiado las dos o tres sílabas que pudo balbucear a lo largo de la vida mientras un león recostado a los pies de la mesa sueña con la arrebatada jungla y desdeña toda disposición para el estudio.


Mugre Rosa (Mantis), de Fernanda Trías

Catástrofe ambiental. El mar está muerto y tormentas rosas acechan la ciudad costera. La sociedad ya se acostumbró a cuarentenas, restricciones, escasez, pánico, abusos de poder… Qué irreal se lee este panorama. Qué familiar suena.


Mugre rosa es una novela tiempo: cuando el presente casi no existe por un hecho pasado que condena el futuro: “¿es así como terminan las cosas? ¿Un final es solo la constatación de que algo más ha empezado?”, se lee hacia el final.


Cuán sincrónica es esta novela a la que Trías puso punto final bastante antes del primer contagio en Wuhan.


Ustedes brillan en lo oscuro (Nuevo Milenio), de Liliana Colanzi

Identidad y futuro. De eso va este libro. Sin perder de vista que ambos conceptos involucran historia y contexto. Es, entonces, un libro político que plantea una dura reflexión en torno al cada vez más tóxico paso de la humanidad por el planeta. Con semejante horizonte, además, es un libro que se sirve de lo ficcional-sobrenatural en pos de hallar salidas y respuestas.


La búsqueda de una identidad es, acaso la nueva “cuestión fundamental” en este ya entrado siglo XXI en el que la sociedad hiperglobalizada y condenada a la conexión se da cuenta, incrédula aún, de que mientras más conoce y “estalquea”, menos sabe; menos idea y sentido de vida tiene. Va un párrafo para el antojo:


“El ciclo de la vida cuyo eje es la mierda, el guano, el excremento generoso. El regalo que un ser vivo hace al otro, sin saberlo, y a través del cual la existencia continúa. La mierda como vínculo, como eslabón fundamental en el mosaico de las criaturas”.


Tres truenos (Dum Dum), de Marina Closs

Sobre este libro editado hace un par de años en Argentina y con varias ediciones ya en otros países, dice el crítico Alejandro Morellón:


“Tres truenos es una novela que se conforma, a su vez, de tres novelas cortas, autoconclusivas pero complementarias: las tres se instalan en una misma narrativa, la de la violencia que el mundo (un mundo eminentemente patriarcal y abusivo) impone a las protagonistas (…)”.


“En las historias de Marina Closs existe una conciencia del mundo poética y violenta, extraña y distante. A través de la voz de las protagonistas, la escritora logra una singularidad maravillosa, en un trío de voces que en el fondo es una misma”.


La Biblioteca del Zorro Antonio

La Carrera de Literatura de la UMSA tiene una amplia oferta. Destacan dos nuevos tomos de La Biblioteca del Zorro Antonio. Los flamantes volúmenes Matías el apóstol suplente de Julio de la Vega y Bajo el oscuro sol de Yolanda Bedregal, se suman a los iniciáticos Tirinea de Jesús Urzagasti y Felipe Delgado de Jaime Saenz que, como aparecieron durante la pandemia, como que también son novedades.


Se trata de compendios de ensayos, acercamientos críticos, semblanzas, entrevistas en torno a las mentadas obras en específico y los autores referidos, en general. Valiosísima bibliografía de referencia sobre libros y escritores paradigmáticos.


Pero no queremos dejar de mencionar otras atractivas opciones que llenarán los estantes del Chuquiago Marka: Vals chilote (Mantis) de Yosa Vidal; No todos los zapatos huelen mal (Editorial 3600), de Jaime Nisttahuz; Huaco retrato (Dum Dum), de Gabriela Wiener; Lentitud (Plural), de Vilma Tapia Anaya y La mirada de las plantas (Nuevo Milenio), de Edmundo Paz Soldán.


(Bonus)

No podemos irnos sin resaltar la apuesta de Editorial 3600: arriesgada, necesaria y, con toda seguridad, victoriosa a corto, mediano y largo plazo. Hace ya años una de sus políticas es trabajar, no solo publicar, con narradores jóvenes, por lo general inéditos. En esta feria hay tres títulos a seguir: Jano bifronte, de Fernanda Verdesoto; En tránsito, de Karen Veizaga y Lazos de sangre, hilos rojos y otras superficies inquebrantables, de Avril Pol.





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