Dos lecturas sobre el más reciente libro de poemas de Vadik Barron, Urdimbre (Editorial 3600), segundo lugar en la categoría poesía del Concurso Municipal de Literatura Franz Tamayo 2022. El poemario fue presentado el 1 de junio en la FIL Santa Cruz.
El nombre, el nombrar y lo que queda fuera. A partir de Urdimbre, de Vadik Barron
Marcia Mendieta Estenssoro
estrellas
memoria
blanco
lenguaje
¿Qué viene antes, el nombrar o lo nombrado? ¿Dónde se ubica la poesía, en el nombre, en el nombrar, o lo que queda fuera del nombre?
manantial
criatura
ocaso
mar
península
El poemario Urdimbre de Vadik Barron plantea, ante todo, preguntas: ¿qué es el arte?, ¿qué el color?, ¿qué escribir? Hay una tentativa de definición que no está, de ningún modo, exenta de amenazas.
escribir es
también
silencio
vacío
un juego peligroso
demasiado
parecido
a la vida.
En el trabajo de la delicadeza y la precisión, se traman los hilos. Se forma un lago, una ciudad, un mundo. Se juega a abarcarlo todo desde el lenguaje.
¿cómo fijarle contornos
a un mar sublevado
a un cielo renuente,
a un cardumen de furias?
La voz poética, traspuesta en la trama, busca el inicio y a su vez la sustancia.
la poesía es un mundo
que cuelga de un hilo
que nace en medio de la nada.
¿será un puñal
que se nos clavará en la espalda
o un puñado de palabras poderosas
que desperdigue irreflexivamente
todos los elementos en derredor?
Cuando los lenguajes no alcanzan, entonces, se crean nuevos. El lenguaje se desborda.
una garza trasunta
su fulgor blanco
y se repliega sobre sí misma.
altoprístina
nubestela
devora un pez plateado
con el ansia de la vida.
Búsqueda y descubrimiento. Sobre Urdimbre de Vadik Barron
Marcia Mogro
El binario poesía y música está estrechamente ligado a registros escriturales, sobre todo a poesía. Referirme a Vadik Barron, autor del libro de poemas Urdimbre, implica considerar su tránsito entre la música y la escritura. Tránsito que pienso que puede ser importante a la hora de escribir una partitura o un verso.
Al leer este libro no puedo dejar de pensar que varios de estos poemas podrían o deberían ser canciones porque el modo en que escribe Barron me parece un modo que tiene mucho de musical, de partitura, de estrofa de canción.
Los poemas de Urdimbre son breves y también individuales de tal manera que el tiempo de lectura es muy relativo. Se puede leer un solo poema cada vez, algunos poemas o el libro entero. Con esto quiero decir que no conforma un relato que necesite principio, medio y final porque cada poema se sostiene perfectamente bien solo, sin necesidad de complementarse con los otros.
Dividido en tres partes, Urdimbre es un libro que va tejiendo la descripción de cosas (sustantivos, verbos, adjetivos) y lugares.
Aquí la palabra cumple con una de sus funciones básicas que es la de designar, pues con un lenguaje cotidiano describe exactamente lo que ve y cómo lo ve. La perspectiva, la mirada de las cosas y lugares es lo que nos ofrece el autor con total transparencia y cercanía, de tal manera que nos permite imaginar lo que él mira y sentirnos parte de ese instante de revelación.
Las cosas y los lugares van entretejiendo un mapa colectivo de nuestros cotidianos, estrella, memoria, árbol, manantial, piano, Illimani, Pérez Velasco, domicilios, turba, engendros… la sola enumeración ya es un bello poema pues todos los títulos, si bien son de cosas y lugares simples, tienen un encanto particular en este libro.
Su poesía es búsqueda y descubrimiento para el propio autor, como suele ser el proceso de escritura, pero también lo son para el lector. Los versos se articulan entre las cosas y los lugares configurando un puente entre estas y el lector. Cada uno de los poemas revela imágenes que hace que veamos lo descrito en la profundidad de su esencia. Logran así, estos versos, en su mayoría cortos, despojados de ornamentos y estridencias, evidenciar que no necesitan mayor desarrollo pues cumplen exactamente con lo que el autor quiere decir.