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Jauría de Palabras: reconocerse en el otro

La poeta y gestora cultural, Valeria Sandi, dirige el Festival Internacional de Poesía Jauría de Palabras, un evento que se fortalece en la democratización y descentralización de la poesía y que, en su cuarta versión, recibió en Santa Cruz y Camiri a cerca de 40 poetas de 10 países.


- Cuéntanos un poco del colectivo Trueque Poético.

- El colectivo trueque poético nació como muchos espacios, por una necesidad. Sentía que faltaban lugares para poder leer lo que se estaba produciendo, reflexionar acerca de la poesía latinoamericana, por eso se habilitó el micrófono libre para quienes quisieran compartir sus textos. También buscaba generar un espacio formativo principalmente dirigido a la niñez y adolescencia del país. Al haber salido fuera del país, encontré valiosos festivales y proyectos sostenidos, como lo son las Escuelas de Poesía en Chile. Luego llegó el impulso de pensar que podíamos organizar un festival que denominamos Jauría de Palabras, en el que han participado hasta el momento 200 poetas de 12 países.


Al inicio, los sueños empiezan de manera individual, luego la voluntad de los demás hace que el sueño sea compartido. Otros se apropian del proyecto, en el buen sentido, y entonces crece. Ahora el colectivo Trueque Poético, gracias a sus miembros, está activo en Samaipata, La Paz y ha cruzado fronteras y llega a Bogotá con cuatro compañeros que son pilares fundamentales de todo lo que nos proyectamos. Vamos rumbo a los cinco años realizando lecturas en Santa Cruz de la Sierra. Actualmente nuestros eventos se realizan todos los meses en la Casa Melchor Pinto gracias al apoyo y visión de su directora Analía Villarroel y todo su equipo.


- ¿Cómo se organizó y trabajó para el IV Festival Jauría de Palabras?

- En esta versión del Festival nos hemos visto más fuertes, porque hay un gran equipo que asumió esta aventura con responsabilidad. Cada año vamos rotando las sedes, siempre es Santa Cruz de la Sierra y luego incorporamos una comunidad o varias. Este año fue Santa Cruz-Camiri y ha sido de las experiencias más reconfortantes para todos. Los que asumieron la co-organización fueron: la Sociedad Literaria Arnulfo Peña-Elio Ortiz, el Gobierno Autónomo Municipal de Camiri, la Unibol, la Facultad Integral del Chaco de la UAGRM, las distritales.

Como ente de respaldo internacional: Red Patagonia Cultural que conforman: la Universidad de los Lagos, Universidad de Magallanes, Universidad de Aysén (Chile). También el Centro Cultural San Isidro. Como apoyo fundamental está: CRE, Energing Sol, la Secretaría Municipal de Culturas de Santa Cruz, la Red Municipal de Bibliotecas, la gobernación a través de la Biblioteca Departamental, el CCELP, el Instituto Superior de Música Bellas Artes-Santa Cruz, Xtrategia Agencia de Comunicación. Todas nuestras sedes: Casa de la Cultura, Paraninfo (Camiri), Plaza de Choreti, Unibol, Casa Melchor Pinto, Centro de la Cultura Plurinacional, Alianza Francesa, Biblioteca Municipal Enrique Kempff Mercado, CEA, Centro Cultural San Isidro. Y nuestros compañeros de 4 Nombres Cartonera, Ediciones Jota, Literatelia, MAK y nuestro equipo internacional del festival: Isabel Guerrero, Hernán Contreras, Sergio Trabucco (Chile), Daniel Leyte, Aketzaly Moreno (México) como los integrantes del colectivo, poetas, músicos, bailarines y voluntarios. Todos lograron sostener y materializar el festival.


- ¿Cómo evalúas esta versión del Festival?

- Fue muy positiva. Siempre habrá cosas que mejorar, pero estamos en continuo aprendizaje. Llegar a niños y jóvenes, con poesía, talleres, presentaciones de libros, conversatorios, música. Escucharnos y reconocernos entre los 10 países que fueron parte y también seguir destacando y realizando homenajes a nuestros poetas y promotores de cultura, es entender que siempre hay mucho por delante y hay que ser constantes en ese camino.


- ¿Cómo crees que contribuyen estos encuentros y festivales a la poesía y su difusión en Bolivia y Latinoamérica?


- Es un reconocerse en el otro. Hay proyectos en común incluso entre escritores que no se conocen, pero desde sus países realizan una serie de actividades. Estas instancias son el engranaje para poder encontrarse, activar proyectos de largo aliento de alcance latinoamericano y también hay la consciencia de que un público está listo, esperándolos para nutrirse con la programación que se prepara. Todas las actividades son de ingreso libre y están dedicadas a niños, jóvenes y adultos.


- ¿Qué desafíos y proyectos tienes para el Festival del próximo año?

- Seguir con los procesos sostenidos, invitar a poetas que puedan entender el espíritu del festival, que tengan la fuerza y la apertura para aportar desde su experiencia en todas las comunidades que seguiremos visitando. Llegar a los mecanismos institucionales no es fácil, pero con el corazón en la mano, comprenden la magnitud del proyecto. Este año, desde Camiri regresamos con la labor cumplida, porque ellos fueron unos co-organizadores de lujo que asumieron de manera responsable y con total entrega, mostrándonos que hay Jauría, esperemos, por muchos años más.


Chary Gumeta (México)

“Jauría de palabras es un festival maravilloso que lleva poesía a las escuelas y universidades de las poblaciones vulnerables. Eso lo celebro mucho porque tengo más fe en que la poesía cambie conciencias que una pandemia. Felicito a todos los organizadores y sobre todo a Valeria por la tremenda gestión que ha hecho para llevar la poesía a esos lugares”.



Ítalo Passano (Perú)

“Hoy no quiero hablar de sueños. Abya Yala me ha vuelto a demostrar que somos un solo nacimiento, una revolución que nos hace nacer en cada giro del símbolo, en los ángulos naturales de sus costillas, en las guerras que terminan cuando la dejamos al cuidado de nuestros demonios. En Camiri tuve la suerte de conocer a voces verdaderamente luminosas. Todos los que han luchado por volverse entidades poéticas, seres neblina que profetizan los primeros rayos del sol y de lo finito. Una raíz se hace esencial en los ojos de todos ellos. Y mañana, cuando estemos lejos, cada quien sabrá llegar con el mismo ímpetu a sus estrellas sin descender, aunque nos cueste encontrar el origen de esa luz de nuevo. Pero antes de hablar de lo imposible, diré que el amor en el que todos nos sumergimos, quedará en ese chaco estelar que ahora, codo a codo y risa a risa, invocamos juntos. Como dice la gran Chary Chumeta: “hasta que la poesía nos separe”.

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