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Notoriamente luminoso

Carmen, hija de Jesús Urzagasti, selecciona una breve muestra de la extraordinaria producción poética del escritor chaqueño, que hoy cumpliría 82 años. Para quienes admiramos su obra, un tesoro: un poema inédito.


(Inédito)

Todavía quiero ser niño para mirar aquel árbol

casi perdido en la oscuridad.

Las nubes reposan en lo más negro del cielo.

¿Cómo pudo ser soñado el mundo tan bello

caro y notoriamente luminoso?


El retorno

No caminaron en vano los que un día partieron

aquí están de vuelta con todas sus palabras

y con un silencio muy antiguo en la mirada.

Pensé que nos íbamos a extraviar en el gran mundo

creí que todo se esfumaría en el ruido de los días

y que la noche nos esperaría con otra fachada

de modo que sufrí sin anticiparme

al milagro de las pérdidas.

Despojarse es la ley

quedar sin nada al término de la jornada

erguirse en la oscuridad sin alas.

Pasos otrora sombríos buscan

las huellas de una existencia intocable.

Al cabo de los años todo termina siendo un follaje.

El amarillo maizal se balancea en el recuerdo

el sendero tiene un trecho que no lo cruza nadie

Salvo los que retornan con la luz prometida.

De El árbol de la tribu


Versos de un profesor rural

Me desgarra saber lo que somos

el paraíso anterior a la muerte

empañado por el horror

de sentir la oscuridad.

Menos mal que nada enturbia

nuestra esencial soledad

y por suerte para todos

pocas noticias

llegan de la profundidad.


De Frondas nocturnas


No sé si fumar

No sé si fumar o recordar las cosas

que mi corazón a solas sabe.

La tierra está húmeda y el cielo

es un manojo de misterio.

En lo más oscuro de la vida

se retuerce el animal que busco.

Vive ciego y atormentado

por su propia inocencia.

Desde aquí lo veo

y el corazón se me encoge

al recordar la música

y el perfume recibidos

por su generosa causa.

Si no muere mi cuerpo

algún día estaremos en paz.

Si muere mi cuerpo

¿acaso sentiré algún pesar?

La vida me obliga

pero la muerte me redime.


De El árbol de la tribu


Cuaderno de lilino (fragmento)

También eres ilusorio: algún día tendrás necesidad de cantar con tu verdadera voz. Mirarás los caminos y la tierna melancolía te buscará sin cesar. Llegarás a la música y renegarás de ella; renegarás de todo para entrar a un mundo nuevo. Por ahora, creces sin medida, a la de Dios. A mí también una necesidad me hace dialogar contigo, mientras crece un mundo de imágenes nuevas en mi ser. De nuestro paso por la tierra quedará solamente una canción misteriosa. Preparemos lentamente esa canción. Será para siempre la tristeza la primera invitada en este mundo que germina. Cantemos, Lilino, cantemos con el corazón. Mañana será un día inolvidable para nosotros. Lo vivido no perece jamás.




Fotos:

1. Archivo Urzagasti-Montero

2. Jesús Urzagasti en compañía de su hija Carmen

3. Jesús Urzagasti junto a Jaime Sáenz

4.Jesús Urzagasti junto a su esposa Sulma y sus tres hijos: Carmen, Froilán y Nivardo

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