La cuarta versión del Jazz Day o Día Internacional del Jazz, que se celebra en simultáneo en todo el mundo, propone una serie de conciertos y actividades que involucran a músicos cultores del género en cuatro ciudades y busca aportar al crecimiento y visibilidad de este género en el país.
“El 2011 la Unesco declaró el 30 de abril como el Día Internacional del Jazz, por todos los valores sociales, educativos, humanos que lleva dentro el estilo del jazz. No solamente el virtuosismo en lo estético, técnico y musical, sino también por toda la parte social, la lucha por la libertad de expresión y por los derechos humanos”, comenta Gustavo Orihuela, violinista, compositor y coordinador del Jazz Day Bolivia.
“Justamente –agrega– el jazz nace de los suburbios, de las calles, de los burdeles, de lugares donde había mucha exclusión. El jazz permitió romper fronteras, romper con esta situación vergonzosa del ser humano que es el racismo. Hoy por hoy, el jazz es un género tan amplio y tan grande que no solamente existe en Estados Unidos sino en cada país, y cada cultura se lo apropia para crear a partir de este lenguaje que es infinito”.
Orihuela es uno de los principales impulsores de este evento desde hace cuatro años y –con la emoción que lo caracteriza dentro y fuera del escenario–, cuenta detalles de este movimiento en desarrollo constante. “En Bolivia ya hubo varias celebraciones similares; tenemos el Bolivia Festijazz Internacional, que es uno de las más importantes. Es más, a través de él pude conocer este estilo a profundidad”.
La relevancia del Jazz Day se evidencia en que está inscrito en el Instituto Herbie Hancock de Estados Unidos, lo que lo consagra y legitima. Continúa Gustavo: “en Bolivia hubo cuatro versiones desde 2019, cuando hicimos el proyecto para que no solamente nos reunamos en un club y toquemos jazz, sino para estar organizados –músicos de jazz, periodistas, gestores culturales– y para tener una visibilidad más grande, para que ese día se celebre el jazz pero que también la sociedad pueda disfrutar de este fenómeno cultural, de la riqueza de esta música elaborada que requiere mucha práctica, mucho estudio”.
Eterna candencia
No pocas veces en el país se anteponen prejuicios que limitan la difusión y aceptación del jazz y otras músicas deslegitimadas por extranjeras, aun cuando llevan décadas de asimilación en nuestro territorio. El tema de la identidad –la nacional y la cultural– es un debate de eterna candencia, en el que los polos del chauvinismo folklorista y de la imitación alienada alientan una polarización, a veces fructífera y otras tantas intrascendente. Pero la presencia del jazz, al menos en el circuito de instrumentistas profesionales y de las tendencias de los centros de formación, es innegable en todas las músicas que se producen por acá. Precisamente, el espíritu y el nombre de esta edición del evento –Las Lenguas del Jazz–, llama la atención sobre un tópico recurrente a la hora de pensar en una música boliviana: la necesidad de diálogo entre las músicas tradicionales propias y las universales o foráneas.
Orihuela hace énfasis en este aspecto: “ahora ya se sienten las primeras vertientes bolivianas de jazz, desde las primeras bandas como Bolivian Jazz o Harlem jazz, o las bandas de fusión, como Parafonista, que han dejado un legado y hoy otras súper buenas bandas como Los Gatos del Agro, Roberto Morales, Tincho Castillo, están siguiendo el sendero del jazz boliviano”; y cuestiona la percepción, a veces facilista, de la gente: “no es música rara, sino que viene de la música popular, de las raíces tradicionales, se reinventa en un lenguaje más exquisito técnicamente con muchas variaciones y subgéneros. Nosotros nos la apropiamos al hilvanarla con nuestras raíces, nuestras culturas, nuestras músicas bolivianas, eso es lo que vamos a vivir en el Día Internacional del Jazz, que hemos denominado Las Lenguas del Jazz, justamente porque estamos provocando a los músicos a que exista este diálogo entre el jazz y la música folklórica o tradicional de Tarija, La Paz, Santa Cruz o Cochabamba”.
Se trata, entonces, de hablar con las lenguas musicales. Cuatro ciudades, cuatro conciertos que invitan al encuentro con esta música que, en su desarrollo imparable ha modificado la historia de la música universal y que en sus orígenes ha contribuido a legitimar a la comunidad afrodescendiente, quizás la más influyente en un mundo que no para de sonar.
“Jazz es un término de los blancos para definir la música negra. Yo hago música clásica negra”.
Nina Simone
Programa
Las organizaciones Jazz Day e Illa, junto a músicos y gestores culturales, con el patrocinio de la embajada de Estados Unidos en Bolivia, y en alianza con el Centro Boliviano Americano con sedes en Tarija, Cochabamba, La Paz y Santa Cruz, promueven la celebración de Día Internacional del Jazz con un nutrido programa. Un festejo adelantado se realizó ya en Tarija el 16 de abril, en el marco del festival Abril en Tarija y se esperan los conciertos en Cochabamba (27 de abril), La Paz y Santa Cruz (30 de abril). Aquí la grilla completa:
Cochabamba
Jardines del Palacio Portales, Centro Simón I. Patiño (27 de abril, 19:00)
Mauricio Cardona Quartet Moonlight Jazz Quartet David Diendorfer Quartet con Gustavo Orihuela Fulvia Fossati Quartet
La Paz
Plaza Mayor San Francisco (30 de abril, 17:00)
Revival Jazz Band
Efraín Blass Trío e invitados Gustavo Orihuela Quartet e invitados Vinilo 54 Harlem Jazz Yujra Jazz Dixieland Gatos del Agro Big Band Bolivia
Santa Cruz
Teatro del Centro Boliviano Americano (30 de abril, 19:30)
The Funky Tones Big Band Universidad Evangélica Boliviana SpeakEasy
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