La memoria como fractal

Un breve comentario crítico en torno a la muestra Memorias propias. Fractales de la memoria, que estuvo recientemente abierta en La Paz

¿La memoria puede ser representada por un vitral donde luces y sombras nos aproximen a las infancias como un territorio habitado por las fotografías, video arte, escultura, instalaciones y foto bordado? Recorrer el camino, transitar y sentirnos parte del paisaje de imágenes que rememoran a Julia Vargas, puede ser una forma de responder la pregunta inicial, no solo desde lo que Barthes nos revela cuando reflexiona sobre la fotografía como lo-que-ha-sido y no volverá ser, esta exposición nos invita a pensar la fotografía como la memoria fecunda de lo que fuimos y seremos desde el lazo que nos une a ese lugar de la niñez, como una imagen del ave Fénix que desde sus cenizas renace y adquiere vida propia.

La exposición Memorias propias. Fractales de la memoria recrea y asombra por traer al presente un legado celebrante, inquietante e íntimo de diversas miradas unidas e interesadas en auscultar las infancias, desde el imaginario femenino compartido de la muñeca plástica de vestido rojo que busca su imagen en la pantalla, o el escritorio de una artista que en su caos descubre un microcosmos, a la vez las texturas del foto bordado son sublimes para descubrir la mirada, el color, la sonrisa y la tristeza de los primeros años de vida.

Varias de las fotos nos transportan por cuadros y rostros de la infancia que conforman collages de sensaciones y estados de ánimo, a la vez conducen nuestros pasos por escuelas rurales de lugares del valle cochabambino a la par de innovadoras instalaciones donde el sonido es el pálpito de las ideas y la deconstrucción de ángeles que tienen un enigma por descubrir.

Un vitral puede esta conformado por fragmentos que al unirse conforman un todo. La memoria como vitral es un cosmos orgánico que adquiere unidad en la medida que los recuerdos son convocados por imágenes, sonidos y palabras de las artistas: Evelin Monje, Karen Quispe, Silvana Poma, Camila Morató, Patricia Requiz, Fabiana Lobatón y Roció Chuquimia, que bajo la curaduría de Serena Vargas unen sus propuestas artísticas en la residencia artística “Memorias propias vol. 3”, exposición que se desarrolló en Casa Prado el 20 y 22 de noviembre en la ciudad de La Paz, logrando ofrecernos visiones de la infancia que se entrelazan para conmovernos, mimetizarnos y no salir ilesos de esta experiencia.